La filosofía desde el punto de vista de la existencia, Karl Jaspers

Karl Jaspers
*****

Este libro encierra el pensamiento filosófico de un existencialista preclaro y convencido de aquella vieja-nueva máxima de que la existencia precede a la esencia. Es decir, uno primero existe para después ser. Porque para ser hay que elegir, y para eso está la libertad. Claro que el existencialismo de Jaspers (n. Oldenburg – 1883, m. Basilea – 1969) es bien distinto al de Sartre. No hay ateísmo posible para el alemán, porque Dios es una presencia innegable desde su propio ser. Se encuentran aquí visibles influencias de Descartes y de los deístas de los siglos XVII y XVIII. Sobre el tema de Dios dice Jaspers:

“El ser libre del hombre es lo que llamamos ‘existencia’. Dios es cierto para mí con la decisión en la cual ‘existo’. Dios es cierto no como contenido del saber, sino como presencia para la ‘existencia’.”

(Es curioso…, partiendo de más o menos las mismas premisas, Nietzsche (Zaratustra en rigor) llega a la conclusión de que Dios ha muerto.)  Pero a su vez Jaspers niega que esa creencia en el Dios que existe deba ser mediatizada por agentes que se interpongan entre el individuo (y su libertad) y la divinidad:

“Esta realidad es accesible a la ‘existencia’ en la originalidad de su estar referida a Dios. Por eso rechaza la originalidad de la fe en Dios todo intermediario. Esta fe no es real ya en ningún contenido de la fe determinado y enunciable para todos los hombres, ni en una realidad histórica que transmita a Dios igualmente para todos los hombres. Por el contrario, en cualquier forma histórica tiene lugar la referencia independiente, inmediata, no menesterosa de mediador alguno, del individuo a Dios.”

Es una fe íntima y sin sistema. Es el deísmo de Voltaire llevado a la máxima expresión y aún venciendo los doscientos años entre uno y otro, que no son doscientos años cualesquiera, sino justo esos doscientos años en los que la fe recibió los golpes más duros (Darwin, Nietzsche, Freud, etc.). Vuelve a insistir el autor:

“Los sacerdotes suelen hacer el reproche de altanera autosuficiencia al individuo que se refiere por medio de la filosofía a Dios. Los sacerdotes piden obediencia al Dios revelado. Hay que responderles que el individuo que filosofa cree, cuando se ha decidido desde el último fondo, obedecer a Dios, sin saber con una garantía objetiva lo que Dios quiere, antes bien arriesgándose constantemente. Dios obra por medio de las libres resoluciones de los individuos.

“Los sacerdotes confunden la obediencia a Dios con la obediencia a las instancias que se dan en el mundo, de la iglesia, de los libros y las leyes que pasan por una revelación directa.”

Como todos los temas importantes tienen lugar en este libro, sin que por ello el autor nos ofrezca un sistema filosófico al modo cartesiano o kantiano, dejaré algunas citas temáticas:

Sobre las situaciones límites, una pregunta que nos hicimos todos:

“Las situaciones límites –la muerte, el acaso, la culpa y la desconfianza que despierta el mundo- me enseñan lo que es fracasar. ¿Qué haré en vista de este fracaso absoluto, a la visión del cual no puedo sustraerme cuando me represento las cosas honradamente?”

 Un hallazgo-invención interesante de Jaspers es el concepto de lo “Circunvalante”, una suerte de espacio poblado por todas las cosas que pertenecen al mundo trascendente de las que a menudo sólo podemos tener intuiciones, casi nunca percepciones:

“No puedo indicar brevemente cómo se desarrolla esta certidumbre. Baste decir que lo Circunvalante, concebido como el ser mismo, se llama trascendencia (Dios) y el mundo; concebido como lo que somos nosotros mismos, la vida, la conciencia en general, el espíritu y la ‘existencia’.”

 Por otra parte parece que Jaspers, hace sesenta y un años, hablando de la historia habló de la globalización (obvio que sin saberlo). Lo hizo así:

“Novedad es que la historia se torne por primera vez en nuestro tiempo (n. de lector: 1949) historia universal. Comparada con la actual unidad de comunicaciones en el globo terrestre, es toda la historia anterior un agregado de historias locales.”

 Finalmente, sobre la forma en la que el hombre es, dice mi amigo Jaspers (en un arrebato del más puro existencialismo):

“Hay, en cambio, la vibrante energía de la responsabilidad del individuo que oye lo que dice el todo de la realidad. El rango jerárquico del hombre reside en la hondura desde la cual logra una dirección en semejante oír. Ser hombre es llegar a ser hombre.”

Quedan sin explicitar aquí las ideas de Jaspers sobre la separación clásica sujeto-objeto y su reformulación por parte de Kant. Tampoco me explayaré en lo que él piensa son los objetivos de la filosofía. Sólo queda decir una cosa: amigos…, este libro es superior. Mi segundo excelente. Un libro por cuya lectura me siento alegremente orgulloso.

Calificación: Excelente (ojo, te tiene que gustar lo que dice…, Sartre, por ejemplo, hubiera puesto sólo bueno, asintiendo cada vez que se habla de responsabilidad, existencia, elección, etc., y meneando la cabeza con flor de calentura –típico en él- cada vez que se afirma la existencia de Dios y se le da un fundamento racional…).

Título original: Einführung in die Philosophie (1949).
Traducción: José Gaos
Editorial: Fondo de Cultura Económica, México, 19…
ISBN: 9681662377

8 comentarios sobre “La filosofía desde el punto de vista de la existencia, Karl Jaspers

  1. Pedro: yo estaría del lado de Sartre en esa conversación. Ahora, una pregunta para abrir el diálogo, ¿no te parece que tiene mucho que ver con el «excelente», el hecho de que las ideas que -según veo- maneja Jaspers, coinciden con las tuyas? En otro orden también me pregunto si no existe una confusión entre la fe verdadera y el deseo de tener esa fe. Parecería que gente como Jaspers -de alta cultura, digamos- sólo puede acceder a Dios por esas vías, que a Dios mismo -de existir- habrían de resultarle un poco impuras, se me ocurre. ¿No preferirá ese Dios la fe simple de las criaturas simples? Una fe más pura y menos filtrada por la elucubración. En fin, palabrería… no me hagas caso. Y una última, por favor, explicame la cita de las situaciones límites porque no entendí un pomo (es un día lento el de hoy). Un abrazo.

  2. Debo aclarar que hay suficientes pruebas de que mis criterios estéticos no son confiables más que para mí (¿debo confesar una vez más que disfruté mucho La aldea y demás películas de Shyamalyan –o como sea-?). En otras palabras, lo que para mí es un excelente para el promedio es dos tantos más abajo. Sucede que yo me entusiasmo y me descoco y así voy… Por ese este catador es de dudosa valía… Por eso vayamos a Leo C.
    Leo: creo que tu apreciación acerca de mi excelente es muy válida, con algunas salvedades que haré al respecto. En primer lugar, no sé si todas las propuestas de Jaspers son lo que yo pienso. Coincidimos sí en determinadas intuiciones que él desarrolló en su marco filosófico y yo no por falta de formación, disposición y capacidad. Es decir, para determinadas intuiciones mías, el tipo ya tenía armado un seudo sistema (porque, insisto, no es un sistema filosófico) dotado de cierto logicismo en el que encuadrarlas. Ver tu intuición plasmada en conceptos y fórmulas es engañosamente reconfortante, pero no es la base de mi excelente. Tampoco lo es la estética del texto, que no es para nada mala, pero no deja de ser una traducción. ¿Entonces? No tengo respuesta clara para mi calificación. Simplemente me pareció. Tengo para decir en mi favor que si hubiera leído hace poco Así hablaba Zaratustra, le habría puesto muy bueno y por cierto que pocas cosas de ese texto reflejan mi pensamiento. Lo mismo que Pascal, que sería un bueno. Voltaire y Cassirer serían excelentes. Pero insisto: harían bien los lectores de estas reseñas en bajar dos puntos mis entusiasmos.
    En cuanto a la cita de las situaciones límites, creo que es una pregunta que quedó al borde del colapso sintáctico por la traducción. Si me represento el mundo honradamente, no hay manera…, eso parece decir, aunque hay allí conceptos interesantes (el mismo de mimesis subjetiva está implícito, y no es menor la perplejidad que causa).
    En cuanto a la “fe simple de las personas simples” (entre comillas porque no son mis palabras en este momento), en este caso (tal vez no quedó claro) Jaspers plantea algo parecido a lo que vos estás diciendo. La fe simple no es mediatizada, es sólo la intuición de la existencia de un poder más grande que cualquier otro y del que todo mana, incluso la existencia del hombre. Es como si el concepto de Dios hubiera dado una vuelta a la manzana y, volviendo de la mediatización de agentes humanos (sacerdotes, religiones, etc.), buscara un nuevo acercarse a la intuición original. Salvo que todo esto que vos planteas y la explicación que yo elaboro a partir de ello, para Jaspers no tienen sentido alguno porque Dios es inapresable, no se lo puede pensar ni como objeto ni como sujeto (él mismo admite incurrir en este intento inútil al hablar de Dios, pero no le queda otra que hacerlo en términos lógicos convencionales… ¡vaya trampa!), porque Dios es todo y rige lo Circunvalante, y es el hombre y su libertad…
    Como verás. Me encanta el tema… Más que encantarme, yo creo que me apasiona a rabiar. Mi vida es este tema, Leo. Gracias por comentar y hacerme seguir pensando.
    Leo D.: ¡qué gusto verte!!! Un abrazo a los dos!!! A los tres!!!

  3. Chicos, les paso esto que encontré.
    ¿se trata de un existencialista también? Un abrazo.

    «(…) No es la idea tras la Cristiandad lo que estoy criticando, o el judaísmo u otra religión. Son los profesionales los que lo han transformado en un negocio corporativo. Hay mucho dinero con la estafa de Dios. Mucho dinero. Oye, las enseñanzas básicas de Jesús son completamente maravillosas. Lo cual, de paso, es la intención original de Karl Marx. ¿De acuerdo? Oigan, ¿qué tendría de malo? Cada uno debería compartir igualmente. Hacer algo por el otro. Democracia. Gobierno de la gente. Todas esas ideas geniales. Son todas ideas geniales, pero todas ellas tienen una falla fatal: que están todas basadas en la falaz noción de que la gente es, fundamentalmente, decente. Denles la oportunidad de hacer lo correcto, y lo harán. No son estúpidos, egoístas, avaros, cobardes, gusanos miopes. Todo lo que digo es que la gente hace la vida mucho peor de lo que pudiera ser, y, créeme, no necesitan ayuda para convertirla en una pesadilla. Pero, en general, lamento decirlo, somos una especie fracasada… Mi historia es ‘si la cosa funciona’. Simplemente, no lastimar a nadie. Tomar cualquier camino que te lleve a un poquito de diversión en este cruel ‘perro come perro’, inútil caos negro. Esa es mi historia… (…) ¿Por qué querrían escuchar mi historia? ¿Nos conocemos? ¿Nos agradamos? Déjenme decirles que están lejos de eso, ¿sí? No soy un tipo agradable. El encanto nunca fue una prioridad para mí. Y, sólo para que lo sepan, esta no es la película ‘reconfortante’ del año. Pues si tú eres uno de esos idiotas que necesita reconfortarse, vete a tomar un masaje de pies. ¿Qué diablos significa esto de todos modos? Nada. Cero. Humo. Nada viene para nada, y aún así, no hay ninguna escasez de idiotas para balbucear. Yo no. Yo tengo una visión. Estoy discutiendo contigo. Tus amigos, tus compañeros de trabajo, los periódicos, la TV. Todo el mundo está feliz de hablar, llenos de desinformación. Moralidad, ciencia, religión, política, deportes, amor. Tus inversiones, tus niños, la salud, ¡Dios! Si tengo que tomar nueve colaciones de frutas y verduras al día para vivir, no quiero vivir. Detesto en gran forma las frutas y los vegetales. Y tus niveles de Omega-3, y la cinta de correr, y el electrocardiograma, y la mamografía, y la ecografía pélvica, y ¡oh, por Dios!, ¡la colonoscopía!… Y aún así, igual llega el día en el que te ponen en una caja y te pasarán a una nueva generación de idiotas, quienes además te contarán todo acerca de la vida y definirán qué es lo apropiado para ti. Mi padre se suicidó porque los periódicos lo deprimían. ¿Y pueden culparlo? Con el horror y la corrupción, y la ignorancia y la pobreza, y el genocidio, y el SIDA, y el calentamiento global, y el terrorismo, y los idiotas valores familiares, ¡y los idiotas armados! ‘El horror’, decía Kurtz al final de ‘El corazón de las tinieblas’, de Joseph Conrad. ‘El horror’. Afortunado Kurtz, que no recibía el ‘Times’ en el medio de la jungla. Ahí sí hubiera visto algo de horror. Pero, ¿qué puedes hacer? Lees sobre alguna masacre en Darfur o algún autobús escolar explotando y dices: ‘¡Oh, mi Dios, el horror!’, y ahí, das vuelta la página y terminas tus huevos de gallinas orgánicas. Porque, ¿qué puedes hacer? Es aplastante. Yo intenté suicidarme. Obviamente, me salió mal. Pero, ¿por qué querrías oír todo esto? ¡Dios! Tú tienes tus propios problemas. Estoy seguro de que estás obsesionado con una pequeña cantidad de tristes esperanzas y sueños. Tu poco satisfactoria vida amorosa. Tus emprendimientos fracasados. ‘¡Oh, si sólo hubiera comprado ese stock!’… ‘¡Si sólo hubiera comprado esa casa hace años!’… ‘¡Si sólo hubiera encarado a esa mujer!’… Si esto, si aquello… ¿Saben qué? Denme un respiro con sus ‘hubiera podido’ y ‘hubiera debido’. Como solía decir mi madre: ‘Si mi abuela tenía ruedas, debería haber sido un tranvía’… Mi madre no tenía ruedas… Tenía várices… De todos modos, la mujer dio a luz una mente brillante. Fui postulado para el Premio Nobel de Física. No lo obtuve. Pero ya saben, todo es política, como cualquier otro honor falso. Incidentalmente, no crean que soy un amargado a causa de mis reveses personales. Según los estándares de una monótona y barbárica civilización, he sido afortunado. Me casé con una hermosa mujer, cuya familia tenía dinero. Vivimos por años en la bella calle Beekman, de Manhattan. Fui docente en Columbia. Teoría de las cuerdas… (…) [Yo intenté suicidarme] ¿Pueden creer que golpeé en la copa de un árbol? Golpeé en la maldita copa. ¡Meses en el hospital! ¡Doctores idiotas! Miren. Miren la renguera. Yo nunca había rengueado antes… Mientras tanto, me divorcié de Jessica, me mudé al centro y me rendí. Comencé una vida humilde, enseñando ajedrez a zombies incompetentes. Más importante que cómo vivo, es por qué me molesto en absoluto en vivir.»

    Boris Yellnikoff (contemporáneo)

  4. Ja!!! No… Boris sí podría ser existencialista, pero del palo de la negación de Nietzsche. Su tono es medio como el del peor Zaratustra.
    ¡Qué maestro! ¿No lo he visto más?

    1. El existencialismo de jaspers si descansa sobre la idea de una deidad, pero si lees a sartre o heidegger no hay tal, te recomiendo «el existencialismo es un humanismo» de sartre, es un libro pequeño y ahi resume muy bien lo que despues desarrollara en su monumental «el ser y la nada»

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.