Las furias, Renzo Rossello

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imagen renzoLa acción transcurre en un mundo de grandes pestes, llamativas subespecies humanas y masivos cataclismos sociopolíticos. El disparador de la novela es la desaparición de Will Hudson, una especie de Ambrose Bierce del Siglo XXI (la asociación con “Bitter” Bierce aparece de forma explícita en las primeras líneas de la obra), quien llega a México desde el norte para luego desvanecerse tras un probable secuestro. Tanto Hudson como el narrador que reconstruye su periplo en busca de respuestas (a no se sabe bien qué preguntas), son periodistas free lance en un mundo donde el periodismo parece ser una ocupación de trincheras, a medio camino entre el compromiso individual y los condicionamientos corporativos de instituciones políticas y religiosas nuevas y viejas. La verdad y la construcción de esa verdad son temas laterales, subyacentes a una trama que se desenvuelve en un tiempo y un espacio global que han sido imaginados por el autor en toda su vastedad.

Esto último es uno de los principales méritos de esta novela: la completitud con la que Rossello ha pensado en este mundo del futuro. Hay allí plagas perfectamente verosímiles (el autor ha hecho de la verosimilitud uno de los ejes de su obra, por eso resulta pertinente reconocerla), enfermedades cuyo surgimiento aparece fundamentado en elementos de la realidad actual y deformaciones de la especie que al lector le resultan no tan lejanas en cuanto a sus posibilidades de realización. Todo esto vuelve a la novela una exponente clara del subgénero de la ciencia ficción. Pero Rossello no solo explica las posibles derivaciones de algunas ciencias experimentales fuera de cualquier intento de control ético o moral. También juega a la formulación de escenarios sociológicos complejos donde predomina un combate entre clases (que involucra tanto a humanos como a otros seres antropomórficos), cada una de ellas con sus respectivas fantasías mesiánicas.

En el entramado de la novela se alternan algunos sucesos que atañen a las generalidades de ese mundo con otros particulares que les suceden a determinados personajes (que pueden ir y venir en el decurso de la narración) pero que ilustran igualmente sobre ese estado general de las cosas. Se apela para ello a la multiplicidad de personajes, al cambio de tono, a la introducción de interesantes lateralidades que refuerzan la idea central de un mundo en proceso de constante destrucción y reciclaje.

Por si esto fuera poco, desde el norte se cierne una amenaza incomprensible para las explicaciones científicas, una amenaza que surge desde el mismo título y que remite a un terror primigenio, mítico, que está por desatarse definitivamente de las cadenas del tiempo.

Sin dudas estamos frente a una de las mejores novelas editadas en Uruguay en estos últimos años.

“La repoblación de Antártida era el destino más buscado por los desplazados. Se habían construido cuatro ciudades después del deshielo y los trabajos continuaban. Pero los requisitos puestos por el supraestado para convertirse en colono eran bastante restrictivos, aun para el personal contratado para obras de construcción. Era prácticamente imposible que una mujer con dos niños fuera aceptada, pensó Limo. Por un instante evaluó la posibilidad de contactar a la red e intentar el rescate; podría llevarla a una comunidad granjera en Minas Geráis. Pero la red no aceptaría los riesgos…”

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“Los fármacos no lo hacen todo. El sistema de la colonia funciona para destruir todo rasgo de identidad. Por ejemplo, el número de interno lo necesitás para pedir la comida, la ropa de cama y para cualquier consulta que quieras hacer a los monitores. No falta nada, todas las necesidades básicas están cubiertas, los guardias no te maltratan, simplemente te ignoran.”   

 

Calificación: Muy bueno.
Editorial: Estuario Editora, Montevideo, 2012.
ISBN: 978-9974-699-04-5